Creer

Con valentía miro más allá de lo que veo, conozco cosas que se que no puedo ser, no ahora. Soy tan consciente de donde estoy, pero no se exactamente donde situar este lugar. Hay algo frente a mí, compruebalo, tócame los dedos de las manos, me pregunto si soy yo.



Mañana no fuí nada.

Ayer seré.

El tiempo me ha engañado haciéndome pensar que forma parte de mi. Nada en esta habitación sino espacio vacio, no hay yo, no hay mundo, no hay mente, no hay cara. Toca los dedos de mis nmanos y dime si soy yo, aferrándome al amor, a cualquier cosa que sea tangible, a alguna religion que se adecúe a mi, creo en mí.



Puedes apagarme aunque sea durante un segundo, convertirme en algo sin cara, sin peso, sin mente, sin hogar...



Una y otra vez creo en mi, espérame no soy nada si voy solo, deseo continuar pero no solo, ahora no. Soy tan consciente de todo, pero nada parece real, con tal de que estes a mi lado, entonces miraré los dedos de nuestras manos y estaré agradecido de poder agarrarme y aferrarme ... blablabla, i believe in me





en el 98 habia un grupo que hacía canciones sobre esquizofrenia, locura, asdicciones y demás, y eran geniales. Apadrinados poralanis morrisete: k's choice. Echad un vistazo a estas canciones

El reencuentro

Es una palabra muy poderosa.

Un arma de doble filo.

Un eternal flame de la ostia.

Expectativas que se chocarán con la realidad.

Ilusión que te empuja a tirar palante

"Hoy para mi la burra más grande

ande o no ande!"

Ah no!

Que él no necesitaba nada:

No necesitaba padres, ni amigos, ni novios.

No necesitaba cariño, sólo el de su puto gato, al cual odias y del cual tienes unos celos infundados, desearías ser él.

Todo iba bien hasta que apareció él. Pienso. No iba todo bien, simplemente vivías sin sentir. Después fue todo una montaña rusa emocional de la hostia. Joder.

Y cómo nos gusta humillarnos.

Y cómo merece la pena.

si?

no.

Bueno si...


Por lo menos puedes terminar el dia seguro de que has sentido algo, que no estan los días...

Observo y aprendo

Un hombre cansado agita su pitillo con desdén, ojeras y malestar profundo y visible. Visión de futuro sin futuro. Me comparo y siempre salgo perdiendo, por lo menos él parece tener claro dónde está, el suelo que pisa, parece ser consciende de sus limitaciones, de su objetivo vital, no espera nada más, tiene cientos de excusas que le atan a su forma de no-vida, distracciones que le dan sentido a su pálida y neutra forma de subistir. Fronteras que le dan seguridad.

No hará bien ni mal, si acaso será un buen padre, un mal marido, un mediocre y sumiso trabajador, con suerte un turista, un número en el banco, un pésimo ciudadano, un cerebro reblandecido y comatoso que actúa por reflejos y costumbres.

Yo lo espero todo aun cuando soy consciente de que ese todo no existe, de que parece no haber vida más allá del trabajo y de la decoración de tu casa hipotecada, de malcriar a unos hijos que con suerte no tendrán que ir al terapeuta cuando sean mayores por culpa de una pésima figura paterna.

Romper con todo eso es motor de vida y de desengaño, intentar buscar una alternativa que sea mínimamente distinta, generar un tipo de relación social que no trascienda de lo típico y lo tópico, que agite al corazón cuando tenga que agitarlo, que te quite las ganas de comer, de comprar, de ser, que impida que se te atrofien los pensamientos, que no encuentre definición en diciconarios ni epistemologías. Que genere algo que alimente el mundo de la vida* y no el de la no-vida.

Pienso y me canso, me distraigo y olvido. Mañana es lunes y a las 7 sonará el despertador, el hombre que agita su pitillo con desgana y yo nos despertaremos a la misma hora, con los mismos malestares del lunes que quita y da la vida a partes desiguales, pero con distintos aires. Yo por lo menos tengo claro lo que no quiero ser. Me doy un año de plazo para encontrarme.

*Este concepto es de Paulo Freire